La Familia - Sesión 15

En el cubil de las Bestias

(Bate, Garra y Mésmero)

Visitamos el albergue para averiguar noticias de LSD. Por el camino les presento al carnicero Gregor. De camino una niña del barrio le pide que le firme una foto y le dice que según su abuela Natacha había que tener cuidado con los espligan, los bichos que ponen huevos en la gente

Garra compra pasteles en una pastelería donde hay tres hermanos absolutamente iguales y sincronizados que tienen yoes pequeñitos.

Vamos a ver Natasha, actriz retirada, dice que los espligan son bichos que roban tiempo de la gente para vivir. Dice que su abuelo los vio durante la Primera Guerra mudial, en el mar. Que fueron primero a por el timonel y luego a por los demás, que dejaron los suficientes para llegar a la isla de Lanzarote. Dice que “los confesores” pueden saber más. Los confesores son una orden monacal algo turbia que caza bichos. Están perseguidos por la policía (no los metacorps)

Adquirieron cierta fama cuando culparon a un confesor cuando encontraron a una niña muerta con marcas arcanas grabadas. Natasha nos dice que se dice que puden estar quizás en el barrio azul de la Baja Arcadia (el lugar donde están las pitonisas)

Natasha dice también que según su padre el barco transportaba huevos gigantes, del tamaño de la cabezsa de un caballo que olían a cuadra

El albergue tiene pinta de casa del norte de indiano, de aire victoriano un cartel “en memoria de Juan Guzmán”

El albergue está llevado por monjas y el cocinero se hace llamar Julián y tiene pinta de forzudo de circo. Tiene un tatuaje que bate identifica como de mafia del este y destila vozca clandestino.

Además hay dos monjas jóvenes, una de ellas una antigua niña del albergue. Comentan que están muy mal de dinero desde que hace dos meses Nestor desapareción. Y que gastan mucho solamante en protección para que las cosas que acechan por la noche no ataquen a los niños

Mésmero queda en ir el domingo a hacer una actuación para los niños. Igual Faraón puede ayudar con las protecciones.

Julián el cocinero nos indica que desde que le pegaron un tiro olvida continuamente (incluido a qué se debe ese tatuaje)

Nos ponen en contacto con un representante de las Bestias. Nos indica que Estocada desapareció hace tres lunas. Nos dice que Estocada tenía cuatro compañeras. Que desapareción dando caza a los cazadores que los persiguen, que desde hace un año les persiguen, matan y despellejan. Luego se visten con ellas y se convierten en Bestias también.

El mensajero nos dice que puede llevarnos ante el Viejo al cubil. Llama a una de las monjas jovencitas que se trasforma en una serpiente gigante, la Reina Cobra, y nos mesmeriza.

Nos despertamos en una caverna de piedra volcánica de unos 200 metros cuadradas. Hay plantas que parecen traidas de invernadero, muchos fluorescentes y cubículos en los costados y una choza en el medio.

En la choza hay alguien que parece un humano totalmente desnudo. Nos dice que él creó a las bestias, era un biólogo. Estocada no era una Bestia, pero se unió a ellos. Dice que se lo llevaron para estudiarlo porque no podían arrancarle la piel.

Las compañeras de Estocada dicen que tuvieron 5+3+3 cachorros, que escaparon para buscar a su padre. Que no son hijos del cubil así que no los quieren de vuelta, pero se alegran de que estén en buenas manos.

Nos indica la localización de un cubil de los cazadores en la baja arcadia, correspondiente al distrito económico. Dice que antiguamente encima estaba la embajada de Francia.

Dice que si vemos a uno de su hijos con el ojo izquierdo nublado o la cara cruzada por garras no son sus hijos, son bestias que le rechazaron y se mutilaron para perder el vínculo con su creador. Los hijos de Estocada no tienen el vínculo. Puede que cundo lleguen a la pubertad dejen notar sus genes mentahunanos.

De vuelta al gótico le compramos a Hassir el quiosquero los periódicos y un plano actualizado de la ciudad. El punto donde se supone que está el cubil está debajo de la embajada francesa

Vamos para allá. Nos encontramos de nuevo con el señor de las ratas. Cuando le preguntamos por los Cazadores nos traen un brazo con una hoz con botones que cambian la forma de la hoja y nos muestra el camino a la baja Arcadia.

Nos indica por señas que no digamos a nadie que el nos ha enseñado el camino. Nos damos cuenta de que le falta la lengua.

Caminando en dirección a la embajada hasta enconrar una reja de metal sujeta con un candado. Bate hace los honores al candado y seguimos.

Llegamos a una sala completamente redonda con una escalerilla que sube a un agujero del techo. Hay salpicaduras de sangre en la escalerilla y el suelo.

Bate rompe el cerrojo de la puerta y sube la cabeza. En la sala, en pie, está el mismisimo Arcadio.

* ¿Buenas Tardes?